Escribo estas líneas poco después de que la noticia de su muerte ha empezado a recorrer Europa. Dominique Venner es una figura histórica del nacionalismo francés y europeo sobretodo, que ha decidido acabar con sus días de una manera poco menos que simbólica, trágica y trascendental. Un disparo ha resonado en la emblemática Catedral de Notre Dame de Paris este 21 de mayo… ante el altar mayor, Venner parece haber querido demostrar que no era un hacedor de palabras vacías, sino que ha sido consecuente con sus ideas y un combatiente hasta el final.
En su blog personal, este mismo 21 de mayo, dejó escrito: “Serán necesarios ciertamente nuevos gestos, espectaculares y simbólicos para hacer temblar a los adormecidos, sacudir las conciencias anestesiadas y despertar la memoria de nuestros orígenes. Entramos en una época donde las palabras deben ser autentificadas por los hechos.”
Nacido en Paris el 16 de abril de 1935, fue miembro del grupo Jeune Nation, así como del grupo armado OAS, hecho por el cual pasó un año y medio en la cárcel. Al salir de la cárcel escribió un manifiesto titulado “Pour une critique positive”(1), en el que criticaba a los patrioteros y se inclinaba por un movimiento auténticamente NR. Corría el año 1962. Al año siguiente funda junto a Alain de Benoist el periódico “Europe-Action”, y poco tiempo después forma parte de los fundadores del GRECE (2).
En 1970 cesa de toda actividad política y se dedica a escribir. Entre sus principales obras destacan: Baltikum (1974), Le Blanc Soleil des vaincus (1975), Le Cœur rebelle (1994), Histoire critique de la Résistance(1995), Gettysburg (1995), Les Blancs et les Rouges (1997), Histoire de la Collaboration (2000), Histoire du terrorisme (2002).
Desde 2002 dirigía el bimestral La Nouvelle Revue d'Histoire.
NOTAS
1-Este texto ha sido publicado en el libro “¿Qué es ser nacional-revolucionario?”, de Juan Antonio Llopart Senent. ENR, 2010, pp. 77-111.
2-Groupement de Recherche et Études pour une Civilisation Européenne.