miércoles, 28 de octubre de 2015

Crónica de la visita a Hoces del Duratón

Seguimos Conociendo Castilla, y en esta ocasión nos desplazamos hasta el parque natural de las Hoces del río Duratón, en el este de la provincia de Segovia.







El plan para este día fue llegar hasta la muy castellana villa de Sepúlveda, donde recorrimos sus calles impregnadas de estilo medieval, pero este paseo inicial sólo fue para entrar en contacto con el entorno natural cuyo protagonista son las Hoces del río Duratón. Aquí tenemos un valle angosto y serpenteante por donde desciende río Duratón desde las montañas de Guadarrama hacia el interior de la meseta norte.





La ruta que realizamos fue sencilla pero impresionante, en primer lugar salimos desde el mirador de la ermita de la virgen de la peña, donde se tiene una primera vista de estas hoces, y desde ahí, sólo hay que seguir los letreros que de tanto en tanto, señalan por donde continuar.




De este modo, acabamos descendiendo hacia la vera del río al cruzar una puerta de muralla que se encontraba solitaria en el camino. Una vez abajo, ya pudimos entender la maravilla de este lugar de primera mano. Los colores rojizos y amarillos del otoño, junto con el verde perpetuo, coloreaban lo profundo de las hoces de paredes grises.



Continuamos todo el camino que nos condujo de nuevo hasta la villa de Sepúlveda, que terminamos de visitar, pero aquí no acabó el día. Tomamos de nuevo la carretera para seguir por las suaves colinas hacia otra villa muy famosa. Hablamos por supuesto de Pedraza.



Esta villa se encuentra en un cerro y de hecho, no ha crecido más allá de la superficie del cerro, y se puede ver el cerco de murallas que otrora la abrazaba con fuerza, y hoy tiene tramos más conservados y otros más caídos. Pero aun así, cuando se entra en la villa por su puerta medieval, se impregna de ese recuerdo del pasado, quizá bueno, quizá malo, pero de seguro histórico.




El centro de la villa está presidido por la plaza mayor, donde se encuentra la iglesia mayor, varias líneas de bonitos soportales de arquitectura medieval y el ayuntamiento. Y en el extremo opuesto a la entrada de la villa y por razones estratégicas, se encuentra el castillo, que se muestra en buen estado de conservación.






Así fue otro día más en nuestros viajes Conociendo Castilla. Próximamente más y mejor.