jueves, 13 de agosto de 2009

¿Quieres saber más de nosotros?

Reproducimos de manera íntegra la entrevista que desde la publicación, Devotio Ibérica, órgano de expresión del colectivo autónomo granadino Respuesta Joven, realizaron al Círculo de Estudios La Emboscadura en su número cinco.


1. ¿En qué momento surge el CELE y con qué objetivos iniciales?

El CELE surge, aproximadamente, hace tres años, tras la cohesión de diferentes proyectos culturales. Desde el MSR siempre se ha tenido la consciencia de la relevancia e importancia de generar un núcleo ideológico y de pensamiento que refrendasen y diesen contenido al partido. Y por tal circunstancia se funda el CELE. Ese sería nuestro primer objetivo. El segundo objetivo es intentar cubrir el vacío existente, tanto en el área de manera genérica y en sus múltiples variantes y posibilidades, como en la parte correspondiente a los partidos de ésta, en lo conforme a lo estrictamente cultural e ideológico. Y el tercero, y nuestro gran sueño, generar una corriente de opinión y cultural propia que ejerza su influencia en y para la sociedad. Cabe añadir que el CELE también se crea con la idea de agrupar a todas las personas que no se encuentran cómodas con la acción meramente política, así como a afiliados o simpatizantes de otros partidos del área. No es, pues, requisito pertenecer al MSR para colaborar con el CELE.

2. ¿Cuáles son las actividades que lleva a cabo el CELE?

Hasta ahora el CELE no ha hecho más que iniciar su andadura. Pero, básicamente, nuestra mejor carta de presentación son las Jornadas de la Disidencia (este año su tercer simposio), que junto con la creación de un certamen literario y fotográfico, la dirección y publicación del órgano oficial de opinión del MSR, KRISIS21, múltiples conferencias, y la edición de cuadernillos y propaganda diversa son las principales labores llevadas a cabo. Sin olvidarnos de la publicación reciente de nuestro primer libro, con la colaboración estrecha de ENR, de las obras ganadoras en el primer certamen literario. Para este nuevo curso tenemos ya planeado retomar los ciclos de conferencias de manera más regular, iniciar los cinefórum, nuevos cuadernillos y otras actividades que consideramos de interés para todo el mundo en general (superando partidos y siglas). Y, evidentemente, la continua renovación de la página también es una de nuestras tareas a desarrollar este año.

3. ¿Creéis que el ámbito cultural y formativo está lo suficientemente valorado dentro del área?

Desgraciadamente no. Y un buen reflejo podría ser el escaso número de editoriales y publicaciones alternativas, las ventas casi nulas de éstas, la falta de interés en tratar propuestas culturales e ideológicas, por no hablar de la mínima asistencia a eventos ajenos a los conciertos. Bueno, la pregunta sería: aparte de conciertos, adhesivos, manifestaciones y conferencias monotemáticas, ¿qué otras actos se generan en España? Allí tenemos la respuesta a la situación actual del área. Por no hablar del desequilibrio total que existe en ésta. Unos -los menos- viven rodeados literalmente de libros, o de Internet según se vea, pero desconocen la calle; los otros -casi la mayoría- viven para el activismo pero apenas han tenido la oportunidad de leer un libro por desinterés o desconocimiento. Por eso, desde nuestro punto de vista, la relevancia de integrar lo social y lo nacional, MSR, con lo cultural y artístico, CELE, como un mismo ente. Aunque lo más trágico de todo esto es que no hay, retomando las palabras del pensador Romualdi, una cultura propia. Es decir, nuestra cultura comienza desde los orígenes del hombre europeo hasta nuestros días, sin duda, con todas las evoluciones, retrocesos y cambios que queráis considerar, pero en la actualidad nosotros, nuestra generación, no hemos sido capaces de generar una nueva corriente cultural o un movimiento propio desde los fenecidos en 1945 (Exceptuando, aunque sin llegar a ese grado, lo alcanzado por Ediciones Nuevo Arte Thor y las publicaciones como Punto y Coma, El Martillo, Fundamentos, Hespérides y la más reciente Nihil Obstat). En Italia, actualmente, existen grupos de teatro, danza o montaña dentro del área. Y si uno visita Casa Pound, por ejemplo, se encuentra una exposición permanente de Tamara Lempicka. Algo así en España hoy día es inconcebible. Ese es nuestro gran drama. No existe una cultura disidente, porque no hay una preocupación por parte de la militancia ni de los cuadros para que esta exista. Y lo mínimo que se genera apenas cuenta con el respaldo de ninguno de éstos. La verdad es, en pocas palabras, que hace falta mucho más trabajo en este sentido, y se requiere concienciación, esfuerzo y voluntad para ello.





4. ¿Dentro de qué orientación/corriente ideológica y de pensamiento podemos encuadrar al CELE?


Siempre hemos evitado toda adscripción o encasillamiento, dado que nos consideramos herederos de casi todo el acervo europeo, y más cuando cualquier tipo de clasificación significa reducir y limitar al máximo. Pero sin la menor duda nos podemos encuadrar dentro de aquella corriente que podríamos denominar como disidente.

5. ¿Es la mundialización el gran enemigo a batir desde el plano teórico y doctrinal? ¿Invertimos los esfuerzos suficientes en construir una verdadera alternativa a este fenómeno?

No sólo es la mundialización, recordemos que ésta es únicamente una de sus múltiples facetas, sino todo el entramado y el sistema en sí. Desde lo más abstracto a lo más complejo. Sin excepción.
Respecto a la segunda pregunta, es evidente que hay múltiples posicionamientos que podemos afrontar ante la mundialización, todos igual de relevantes y necesarios, pero actualmente, en lo que concierne al campo estrictamente cultural e ideológico, advertimos que se encuentra insuficientemente representado, casi relegado a un segundo plano. Existen enormes carencias y necesidades y debería de existir una respuesta global en todas sus formas y variantes. Pero si realmente utilizásemos todo el potencial europeo en la construcción de una auténtica alternativa, no existiría la mundialización (hecho que nadie parece poner en duda, como si de un nuevo dogma se tratase su existencia). Por eso consideramos absurdo aceptar ésta como algo irreversible. Aunque una cosa es segura: Solamente desde una Europa Nación, unida y poderosa, podremos hacerla frente y edificar nuestro propio proyecto. Sin embargo huelga decir que, el primer paso para llegar a esto comienza, en nuestro caso, en y desde España.





6. ¿Hasta qué punto hemos de tener esperanzas en una iniciativa cultural de este tipo?


La cultura ha demostrado ser en todos los momentos históricos, especialmente en los más delicados y complejos, un elemento esencial. Espada de Damocles de todo sistema consideramos nosotros. Y aunque actualmente se encuentra degradada, constreñida a lo máximo por culpa de los mandarines de turno, sigue manifestando su potencial e interés. El éxito de las Jornadas de la Disidencia, a nivel de nuestro entorno, es una buena muestra de ello. ¿Esperanza? Claro que sí. Hemos de tener claro que, sin negar su importancia e interés, hicieron más por los movimientos de entreguerras “La rebelión de las Masas” de Ortega y Gasset o “La decadencia de Occidente” de Spengler, que todos los discursos, marchas y afiches juntos de esa época. Por lo tanto, nuestra confianza en su poder es total. Pero más que confianza se convierte en una necesidad. Eso es para nosotros la cultura, una necesidad básica del hombre europeo.

7. Cinco autores para no perderse.

No nos atreveríamos a responder... pero creo que justo sería nombrar a aquellos, los “otros”, que con una pluma brillante nos acompañan en nuestro camino y nuestra lucha actualmente. Hablamos de un Ángel de la Iglesia, Jordi Garriga, Valentín de Armas, Erik Norling, José Luis Ontiveros, Joaquín Bochaca, Alain de Benoist, Carlos Caballero, José Luis Jerez Riesco, Gabriele Adinolfi, Antonio Medrano, Tomislav Sunic… y otras muchas plumas más, excepcionales, y que parece tenemos marginadas, casi relegadas, siendo completamente afines e incluso hermanas. Ellos, además de todos nuestros clásicos, y con ello nos referimos a toda la historia de la cultura europea, deben formar parte también de nuestras bibliotecas y pensamientos, sin excepción.

8. Viendo la deriva que toman las generaciones más jóvenes, en el plano cultural, ¿Está todo perdido?

Nosotros consideramos que no. Únicamente se necesita un revulsivo, una chispa que haga extender la llama y sirva de guía -¡Luz, más luz! afirmaba Goethe- entre la gente más joven y el pueblo en general; y un cambio de tornas evidentemente. Ya decía el poeta Tomás de Iriarte que si al pueblo “dándole paja, come paja, siempre que le dan grano, come grano”. Además, hemos de ser conscientes de que aún hoy existe una generación de nuevos artistas, literatos y pensadores excepcionales (mínimos, pero existentes). Y no hablamos del área, sino de la vida cultural en general. Únicamente hemos de buscar, pero también hemos de fomentar y apoyar estos autores y sus obras. El sistema, desgraciadamente, nos hace pensar que todo está perdido, que no hay personas ni obras que tengan interés, pero la realidad no es así; del mismo modo que existen miles de jóvenes sensibles y combativos, amantes de la cultura y dispuestos a disfrutar de un buen libro o una gran cuadro en cualquier momento. Pero el gran problema radica en que no sólo la vía cultural está en total retroceso, circunstancia evidente y apreciable, sino que todos los órdenes del hombre europeo están en completa ruina y decadencia. Por eso la importancia de reconstruir Europa casi desde cero. Ya lo decía Evola y muy acertadamente lo ilustró el artista Duilio Cambellotti con su grabado del soldado sosteniendo la clave del último arco en pie, a punto de derruirse, entre un mundo en ruinas. Esa es nuestra obligación: no permitir el derrumbe del último “arco”, el último arco, que como Gondor, debe resistir por encima de todo.





9. Carta blanca.

Agradecer a Repuesta Joven el habernos cedido la palabra y desde aquí animamos a todos los lectores a apoyar iniciativas y asociaciones como ésta, imprescindibles dentro de todo movimiento que podamos considerar orgánico, activo y plenamente revolucionario.